Prácticas del Lenguaje

martes, 25 de junio de 2019

Semblanza de Rosas realizada por Charles Darwin.


Charles Darwin, fue uno de los más importantes científicos del siglo XIX. A los 26 años se embarcó como naturalista en el viaje de exploración alrededor del mundo en una misión oficial del capitán del barco, Robert Fitz Roy. En ese viaje, que duró de 1831 a 1836, Darwin recorrió América del Sur, realizando diversas y muy valiosas investigaciones. La semblanza de Juan Manuel de Rosas fue escrita luego de un encuentro entre ambos en un campamento a orillas del río Colorado, donde Rosas se encontraba al mando de sus tropas, en agosto de 1833.
“[…] El campamento del general Rosas está muy cerca de este río [Colorado]. Es un cuadrado formado por carretas, artillería, chozas de paja, etc. No hay más que caballería, y pienso que nunca se ha juntado un ejército que se parezca más a una partida de bandoleros. Casi todos los hombres son de raza mezclada; casi todos tienen sangre negra, india, española, en las venas. No sé por qué, pero los hombres de tal origen, rara vez tienen buena apariencia. Me presentó al secretario del general para mostrarle mi pasaporte.
Lleva esa carta al general Rosas, quien me envía un atentísimo mensaje, y el secretario
viene en mi busca, pero esta vez muy cortés y muy cumplido. ...Permanecemos dos días en el Colorado; no tengo nada que hacer, pues todo el país circundante no es sino un pantano inundado por el río en verano (diciembre), cuando se derriten las nieves en las cordilleras. Mi principal diversión consiste en observar a las familias indias que acuden a comprar diferentes productos de poco valor en el rancho que nos sirve de habitación. Se suponía que el general Rosas tenía unos 600 aliados indios. La raza es grande y hermosa.
[…] El general Rosas expresó deseos de verme (…) Es un hombre de un carácter extraordinario, que ejerce la más profunda influencia sobre sus compatriotas, influencia que sin duda pondrá al servicio de su país para asegurar su prosperidad y su ventura.
Dícese que posee 74 leguas cuadradas de terreno y unas 300.000 cabezas de ganado.
Dirige admirablemente sus inmensas propiedades y cultiva mucho más trigo que todos los demás propietarios del país. Realizó leyes para sus propias estancias y además creó un cuerpo de tropas (de varios centenares de hombres) que organizó admirablemente para que resistieran los ataques de los indios: por todo esto se hizo célebre. (...)
El general Rosas es también un perfecto jinete, cualidad muy importante en un país donde un ejército eligió un día su general a consecuencia del siguiente hecho. Se hizo entrar en un corral un rebaño de caballos salvajes y luego se abrió una puerta cuyos montantes estaban unidos en lo alto por una barra de madera. Se convino en que quien, saltando desde la barra, consiguiera ponerse a horcajadas encima de uno de esos animales indómitos en el momento de escaparse del corral y además lograra sostenerse sin silla ni brida sobre el lomo del caballo y volviese a entrarlo, sería elegido general. Un individuo lo consiguió y fue electo, resultando sin duda ninguna un general muy digno de tal ejército.
También el general Rosas realizó esa hazaña. Empleando estos medios, adoptando el traje y las maneras de los gauchos, es como el general Rosas consiguió una popularidad muy grande en el país.