José María Paz fue un militar criollo
que luchó en la guerra de independencia, en la Guerra del Brasil y en las
luchas entre las provincias luego de 1820, contra los caudillos federales.
Derrotó a las tropas de Facundo
Quiroga en la batalla de La Tablada. Escribió sus memorias, a las que pertenece
el siguiente texto:
“En las creencias populares con
respecto a Quiroga, hallé también un enemigo fuerte a quien combatir; cuando
digo populares, hablo de la campaña, donde esas creencias habían echado raíces
[…] en todas partes obedecían sus mandatos; tenía un célebre caballo moro (así
llaman al caballo de un color gris), que […] le revelaba las cosas más ocultas
y le daba los más saludables consejos; tenía escuadrones de hombres que cuando
lo ordenaba, se convertían en fieras […].
[…] Cuando me preparaba para esperar a
Quiroga, antes de La Tablada, ordené al comandante don Camilo Isleño, […] que
trajese un escuadrón […] y la noche antes de incorporárseme, se desertaron
ciento veinte hombres de él, quedando solo treinta …
Cuando le pregunté la causa de un
proceder tan extraño, lo atribuyó al miedo de los milicianos a las tropas de
Quiroga. Habiéndole dicho de qué provenía ese miedo, siendo así que los
cordobeses tenían dos brazos y un corazón como los riojanos, balbuceó algunas
expresiones […]. Me contestó que habían hecho concebir a los paisanos que
Quiroga traía entre sus tropas cuatrocientos Capiangos […]. Los Capiangos,
según él, o según lo entendían los milicianos, eran unos hombres que tenían la
sobrehumana capacidad de convertirse, cuando lo querían, en ferocísimos tigres;
y ya ve usted – añadía el candoroso comandante – que cuatrocientas fieras
lanzadas de noche a un campamento acabarían con él irremediablemente’.